Kicillof dio el puntapié inicial de una medida que no pudo ejecutar en su momento Vidal: licitar el juego en línea. Un negocio millonario al que ingresaron Cristóbal López, el "Tano" Angelici; la empresa Boldt y hasta una compañía inglesa pionera en la materia. La Iglesia advierte "cada casa puede ser un casino".
