Varios de los involucrados en el asesinato del presidente habían sido informantes de la DEA y el FBI, de Estados Unidos, y la mayoría recibió entrenamiento en Colombia. Actuarían por encargo en Centroamérica y Venezuela.
Tras el asesinato del presidente Jovenel Moise, el ministro de elecciones, Mathias Pierre, pidió ayuda militarante una eventual amenaza al orden institucional que entrañan los mercenarios.
"La Argentina, espera que se recupere prontamente la paz y la tranquilidad en el país y pide respetar las instituciones democráticas", indicaron desde el órgano que conduce Felipe Solá.
El magnicidio se produjo durante la madrugada, cuando un "grupo de individuos no identificados", entre ellos "varios que hablaban español", asaltó la vivienda.