Macri pretende menajar la justicia electoral de Mendoza para asegurarse unos buenos comicios
El ex presidente quiere remover a Walter Bento, el único juez electoral de la provincia cuyana.
Mauricio Macri y su mesa judicial no descansan. En los últimos días, aceleraron la ofensiva contra Walter Bento, el único juez electoral de Mendoza.
El propósito del ex presidente es asegurarse una buena elección en una de las pocas provincias que todavía gobierna Juntos por el Cambio. Y para eso resulta muy relevante el rol de la Cámara Federal de Apelaciones de la justicia mendocina, donde se constituyó este nuevo caso de lawfare.
Todos los integrantes de la cámara son hombres ligados al macrismo: Juan Ignacio Pérez Curci, ex subsecretario de justicia de María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires, Manuel Pizarro y Gustavo Castiñeira de Dios, apadrinados por el radicalismo mendocino, y Alfredo Porras, un viejo conocido del PJ mendocino, muy apuntado por sus zigzagueos políticos y sus vínculos con el PRO.
Pérez Curci fue quien nombró a dedo al juez de primera instancia, el Dr. Eduardo Puigdengolas, designado por Ernesto Sanz, viejo alfil del macrismo en la provincia y en todo el entramado judicial.
Las maniobras de lawfare son evidentes: el mismo día en que el fiscal Dante Vega imputó con diversas irregularidades al juez Bento, la Cámara elevó la causa al Consejo de la Magistratura. De hecho, es público que un consejero manifestó el importante lobby de la mesa judicial para lograr la suspensión de Bento a pocos meses de las elecciones.